Una de las preguntas que con más frecuencias nos hacen sobre Rinoplastias es sobre el postoperatorio y si se trata o nó de una intervención dolorosa.
Efectivamente se concibe a la Rinoplastia como una intervención muy dolorosa cuando en realidad no lo és. Lo que sí podríamos aceptar es que es muy aparatosa en algunos casos, por la tumefacción de la cara y los hematomas, pero en raros casos es dolorosa.
Aceptado que no es una intervención especialmente dolorosa, centrémonos en los hematomas. La formación de hematomas tiene lugar fundamentalmente en caso de pieles muy finas que dejan transparentar la sangre extravasada durante el traumatismo quirúrgico. En nuestra casuistica la formación de hematomas y su duración no suele exceder de 5 dias. El motivo de ello es la realización sistemática de osteotomias externas en lugar de osteotomias internas para disminuir la anchura del caballete una vez extirpado este. La realización de ostetomias externas o percutáneas las realizamos con un pequeño osteotomo de 2 mm que atraviesa la piel sin dejar marcas. Este procedimiento además de ser más preciso, produce menos hemorragia, y por tanto menos hematomas que otras técnicas. El taponamiento nasal también puede ser algo molesto pero no es necesario en la mayor parte de las Rinoplastias.
Hematomas poco manifiestos y con duración inferior a 6 dias permiten que los pacientes se operen, sin exponerse a un postoperatorio prolongado que condicione una baja laboral también prolongada. La mayoria de nuestros pacientes intervenidos de Rinoplastias se incorporan a su trabajo habitual en 8-9 días.