El motivo de consulta habitual del paciente que quiere operarse de cirugía estética nasal, es decir de Rinoplastia sigue siendo el aumento de volumen del dorso nasal, vulgarmente llamado caballete.
De estos pacientes una proporción elevada tienen también problemas en la punta nasal, que exigen correción quirúrgica: Punta ancha, globulosa, punta demasiado caida o punta demasiado elevada. Otras veces, se trata de pacientes que tienen solamente un problema de punta nasal.
Sin duda alguna, la cirugía de la punta nasal es la cirugía más compleja de la nariz, ya que el volumen y la forma de la punta condiciona la proporción dorso- punta. Además, a la hora de operar una nariz, el abordaje, es decir el acceso a la misma es difícil si no se recurre a una técnica de Rinoplastia abierta.
La complejidad de la cirugía de la punta radica en los cartílagos de sostén llamados cartílagos alares, que son responsables de la forma y consistencia de la misma, asi como de las deformaciones correspondientes.
Tradicionalmente, la cirugía de estos cartílagos consistía en la resección más o menos amplia de los mismos y en la colocación de injertos libres sobre la punta nasal. Este tipo de técnicas ayudan poco a resolver todos los problemas de punta que existen, y además los resultados no suelen ser predecibles a largo plazo.
La realización de Rinoplastia abierta permite actuar sobre la punta de forma distinta, recurriéndose muy poco a las extirpaciones amplias de cartílagos, y sí por el contrario al uso de suturas, que hacen que los resultados sean más predecibles a largo plazo. Además cuando se tienen que utilizar injertos, estos se suturan siempre , circunstancia que es difícil de realizar mediante otras técnicas.
Los resultados son muy buenos, y al contrario de lo que parece, es una técnica muy poco traumática, el postoperatorio es muy corto y los resultados pueden verse desde los primeros momentos.
La pequeña cicatriz de la Columela por la que se realiza la intervención es solo visible durante el primer mes.
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